jueves, 24 de marzo de 2011

El Final de Hugo Chávez

Hace unos tres años visité Venezuela. Estuve entre Caracas y a unas 2 horas de Puerto Ayacucho, cerca de la frontera con Colombia. Tal vez demasiado cerca. En ese lugar pude experimentar muchas cosas. Vi como guerrilleros de las FARC caminaban tranquilos por el pequeño pueblo, mientras grupos de militares venezolanos miraban a unas cuantas decenas de metros.
En Caracas visité a una muy buena amiga de mi familia, una loca extrovertida que se la pasa viajando por el mundo, y nos visita en Lima cada vez que el destino la lleva por allí. Tuve la oportunidad de compartir unos cuantos días con una familia venezolana en San Pedro. Hicimos de todo, desde cocinar juntos, hacer las compras, hasta tomar en la plaza principal de la pequeña barriada caraqueña.

Fue allí cuando pude confirmar que mal está el pueblo venezolano. La delincuencia era desorbital. Era imposible caminar solo por algún rincón caraqueño. En los supermercados había escasez de todo. La harina para hacer arepas, elemento de la canasta básica venezolana, casi no existía. Si tenía suerte podía conseguir un litro de leche, por supuesto pagando unas tres veces más del precio normal.

El propósito principal de mi visita era desarrollar un taller de tecnología forestal para un grupo de restauradores forestales en una mina del estado. Para mi sorpresa, los empleados estaban obligados a ir vestidos de rojo para las elecciones constitucionales.

Muchos de ellos tenían que ir a mítines, y una persona en la puerta del bus iba marcando lista a los que iban entrando.

La libertad de expresión era casi inexistente. Tenía terminantemente prohibido hablar de política con los trabajadores. Me hicieron firmar diez documentos y cosas por el estilo. Militares nos resguardaban todo el tiempo. Había uno en la puerta del hotel, y como mierda en el trabajo.

Ahora un estudiante universitario se lo puso en cara. Todo lo que vi en Venezuela ha sido descrito en unas cuantas palabras.

Si al pueblo venezolano aún le quedan neuronas, escucharán a Villca Fernández, y será probablemente el final de la era Chávez.

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