martes, 22 de febrero de 2011

Gadafi y la Revolución Estadística

Yo siempre fui un agnóstico y un incrédulo para cualquier tema profético y estupideces que quieran adivinar el futuro.


Pero creo en las estadísticas y probabilidades. El arte de adivinar qué pasará a partir de confianzas y márgenes de error.

Así por ejemplo, si un estadístico me dice que el Perú crecerá 2 % el próximo año con un margen de error del 5% y una confiabilidad del 95, entonces me lo tomaré en serio. Y por ejemplo, si alguien me dice que en promedio uno de cada cinco visitantes a este blog llega a leer un artículo completo, no le voy a creer. Si yo fuera cualquier lector, no gastaría mi tiempo leyendo esto.

Pero bueno. Me llegaron mensajes a mi Facebook preguntándome por qué creía que Marruecos o Libia serían los siguientes países árabes en ser liberados. Y es más, me llegaron insultos de algunos testigos de Jehová diciéndome que yo no tenía la verdad y que deje de hablar huevadas. No respondí ninguno de los correos porque para mi es fácil entender la estadística, no explicarla.

Pero después de mucho meditar acepté el reto, por lo que sólo por esta vez haré una excepción y lo intentaré: La razón por la que yo creo que los siguientes países árabes en ser liberados serán Marruecos y Libia es porque tengo una hermana. 

(Probabilidad: 70%, Error 30%, t-test: aprobadito, Población Normal)

Explicación y Concordancias científicas:


El Octubre del año pasado mi hermana me comentó: Me gustaría conocer Túnez, pero la dictadura de mierda que hay allá es muy peligrosa. Y conociéndome es muy probable que me terminen lapidando. Maldito gobierno. Bueno, no le hice caso, y seguí con los preparativos de nuestra boda.

Dos meses después llamé a mi padre para una conversación de rutina. Apenas levantó el teléfono me dijo: ¿Adivina donde está tu hermana?, no sé, le dije, ¿en Londres?. No en Egipto, ¡en la pirámides!, mierda me dije, ahora si que me ganó.

Regresó a Europa y nos contó que Egipto es alucinante, las playas, las pirámides y todo lo que hay alrededor. Que había conocido un montón de gente y les había contado como era Londres, como un Sodoma y Gomorra moderno, y les contó que Sudamérica era locazo, y que tenían que probar el cebiche. Que allá nadie te apedrea cuando te tiras a una chica en una discoteca, y que sólo hay unos cuantos asociales en la calle, pero si los tratas bien ya no te roban, “porque yo he vivido en el Llauca”, y no sabes, los talibanes son unos cachorros.

14 de Enero. Me levanto. Camino hacia la cocina como todos los días. Aprieto el botón de la cafetera que ya tengo preparada. Voy al baño. Orino. Me miro al espejo y me digo: ¡carajo, que viejo estoy! Voy a la sala y prendo la computadora. Elcomercio.com. Muy temprano, esos brothers no trabajan de noche, fácil a partir de las 15 horas de Alemania. Abro el País. ¡Revolución en Túnez! El pueblo se ha levantado. Pocas horas más tarde Ben Alí renunciaba derrocado por el pueblo. Llamé a mi hermana para contarle que tal vez pronto podría ir a visitar ese país y hacer su sueño realidad. No me contestó el teléfono. Una semana después recibo un mail en el que me contaba que había estado viajando por Medio Oriente y ahora estaba en Marruecos visitando a unos patas. Puta que buena vida le dije. Si cholito, son huevadas.

Dos semanas después. Crisis en Egipto. Mubarak no sabe que hacer. La revolución duró tres semanas, Cayó. Casi cuarenta años de dictadura fueron derrocados.

Me acordé de mi hermana y timbré su celular. Le pregunté si había visto lo que pasaba en Egipto. Me dijo que si, que había escuchado algo por allí, muy lejanamente y que justo su amigo Ramazán había viajado al Cairo hace un par de semanas llevando, de parte de ella, algunos regalos a la gente egipcia que había conocido, y que justo después explotó la revolución y ya no había podido salir de allá.

Que bravo le dije, bueno, y que planes por ahora. No sé, estaba pensando visitar Libia, pero aun no me atrevo, creo que debe ser un poco fuerte por allí con ese Galifan o como se llame, vamos a ver.

Ayer hablé con ella. Le pregunté si alguna vez había escuchado hablar de Bahrein. ¿Que eso me dijo? ¡ yo no se nada, ah! No, espera, si escuchaste nomás, una isla. Que, que isla, no, no, son huevadas, yo no se nada. Hablamos hermanito, tengo que salir. Son huevadas. Si alguien te pregunta por mi, diles que no sabes nada nomás. Hazte el huevón. Pero hermana, espera, que hago si mis papas preguntan por ti. Dales una respuesta con tu estúpida estadística, a mi no me jodas. Si no dile a uno de esos Testigos de Jehová que me busque en la Biblia.

La Estadística no se equivoca....ya lo verán...Marruecos o Libia...luego Bahreim, Sudan y el resto...

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