lunes, 20 de diciembre de 2010

Norte y Sur

Ahora vivo en un país por lo menos 100 veces más desarrollado que el nuestro y que posee ese efecto educativo de cambiar la mentalidad de cualquier persona muy fácilmente.

Y miro nuevamente atrás, hace solo un par de años, en donde tuve la suerte de vivir en uno de los lugares más pobres del mundo. En donde la calidad de vida de las personas es peor que la de suelos europeos o limeños de hace por lo menos 500 años. Y digo peor, porque en esos tiempos no existían televisores ni cámaras fotográficas.

Estas personas que ya conocen el dinero y por ende las cosas materiales, tienen también la peor educación que conozco hasta ahora. Su meta educativa es leer y escribir. Pero me pregunto, si ya les enseñamos lo que es el papel moneda ¿por qué no les enseñan también el sistema?

Cuando pienso en esta gente tan abandonada, a pesar que trabajan para una empresa inmobiliaria de Lima, y además pienso en todos los momentos bonitos y feos que pase con ellos me da cólera que tengan que estar así.

Hace poco vivía en una pequeña ciudad de no más de 80 mil habitantes, en donde los niños no dejaban de ir a la biblioteca municipal. Y me refiero a niños de 5 años, cuando aun no saben leer. Y cuando a un niño no le gusta leer, hay psicólogos especializados en muchos lugares para cambiarle ese malo hábito. Acá la gente ya sabe, que la persona que no lee, no tiene ningún fututo asegurado.

Recuerdo que a estos niños en la selva intente cultivarles la lectura, para lo que a los más pequeños les lleve libros para niños, comics a los más grandes, y algunos periódicos chichas a los más adultos.
Me encantó, porque todos, pero todos en general leyeron los comics, y bueno casi todos menos los niños los periódicos. Fue la primera vez que uno de ellos vio la foto de Pelé. Aunque su hermano no sabia quien era. Luego les lleve libros para niños sobre la selva y cosas así, donde también se quedaron impresionados porque ellos ya sabían casi todo. Y lo que no sabían lo discutían. Esa curiosidad por la lectura no se la vi a gente tan grande nunca si es que no empezaron a leer de niños.


No teníamos electricidad. Por lo que a la luz de unas velas casi todas las noches jugábamos damas. Un día apareció Willy y me dijo que quería aprender a jugar. Aquiles le enseñó, y a partir de las 3 semanas nunca mas le pude ganar un partido. Le intente enseñar ajedrez, pero creo que soy un bruto explicando, porque nunca me entendió.

Ellos se levantan todos los días a las 6 de la mañana, y a las 8 comienzan a trabajar con el cuerpo. A la 1 almuerzan y luego regresan al campo hasta las 5 de la tarde. Viven todos los días constantes peligros, y poseen un sueldo bajísimo para el promedio nacional.
La gente en Lima vive ciega de la realidad, y como si se tratara de otro país ven a estos peruanos como si fueran animalitos indígenas que no poseen los mismos derechos.

Mientras que muchos jefes de empresas están sentados en sus cómodas oficinas limeñas, y cada dos años van a ver como están sus chacra, sin importarles en lo mas mínimo en la calidad de la vida de la gente que esta trabajando para el.
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Cuando alguno pide permiso para poder tener un poco más educación se la niegan.
El derecho a la educación es el regalo más grande de la democracia, nadie nos lo puede negar. Y la persona que lo hace probablemente no tiene la educación necesaria para ser nuestros jefes. En esos momentos es mejor salir por la puerta pequeña que por la grande, lo mejor es salir, como puedas, pero salir.

Lo que más extraño de ese trabajo es la gente. Hasta ahora me mantengo en contacto con varios de ellos. A veces ellos reciben algún dinero y me llaman por teléfono solo para saber como estoy. Mientras mi ex jefe, el cual tiene una empresa que mueve varios millones en proyectos inmobiliarios ni siquiera me deseó feliz navidad cuando trabajaba para él.

Yo viví con esta gente por más de un año. Se como viven y también sé que tienen capacidades. Fue una buena experiencia personal y profesional. Fue allí en donde me di cuenta como no se deben hacer las cosas. Fue el perfecto ejemplo del fracaso y la miseria perpetua, sin jugar al desarrollo.


Alemania sufrió una de las peores catástrofes de la historia de cualquier país. Después de la segunda guerra mundial el país estaba en ruinas, pero en menos de 20 años volvió a ser una economía fuerte y en menos de 50 años la tercera economía del mundo. En Perú hace 3 años hubo un fuerte terremoto en el sur de Lima. A pesar de los millones que recibieron, en los últimos datos que tengo, menos del 1% de la población afectada ha vuelto a tener la misma calidad de vida que tuvieron antes. La maldita corrupción. Que probablemente desencadena de la mala Educación.


Yo no me olvido nunca de la gente que me dio de comer. Mi jefe nunca me dio de comer. Ellos si lo hicieron. Sabían que ahorraba para mi viaje a Alemania y me dieron cada día alimento. Siendo por un par de meses yo un peso mas para ellos. Fue allí cuando me di cuenta de la clase de gente que tenia a mi costado. Ni mis trabajadores ni mi jefe tenían educación. Pero los primeros eran gente noble y humilde. En cambio el segundo lo único que tenía era un poco de suerte y dinero, y ya se creía más que el resto.

Después de un año estoy diciendo todo esto. En un punto donde ya termine de reflexionar y de pensar por que me estaba volviendo loco cuando vivía en Codo.
Y es que estaba viviendo en la prehistoria, sabiendo que a unas horas en bus podía vivir en un primer mundo. Sabiendo en las noches de soledad que no podía hablar por teléfono con mi novia mientras que mi jefe probablemente ni siquiera se acordaba de mí.

O afrontando peligros por alguien que en verdad no vale la pena. En contra de la naturaleza y del humano mismo. En contra de armas de fuego comunistas. Alimentándome todos los días con arroz y frijoles. Pasando días de 45 grados sin una refrigeradora para un poco de agua fría. Durmiendo en lugares peligrosos, amenazados por bandas de invasores rebeldes, solo para demostrar que mi jefe no les tenía miedo.

Fue una muy buena experiencia. Pero no la volvería hacer. Jamás volvería a trabajar para gente de esa calaña.

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